Los cálculos son piezas sólidas de aspectos variables que se forman, principalmente, a costa de sales contenidas en los líquidos del organismo. Cuando los cálculos se forman o se alojan en cualquier zona del tracto o del aparato urinario se habla de urolitiasis. Más concretamente, cuando se forman en el riñón, se denominan renales o piedras de riñón, y se forman debido a productos de desecho de la orina. Pueden variar de tamaño, desde la medida de un grano de arena hasta una piedra de proporciones considerables.
Además, la mayoría de veces, los cálculos renales se expulsan del cuerpo sin necesidad de intervención médica, pero también pueden permanecer en el riñón o bien desplazarse por el tracto urinario y quedarse atascados, bloqueando las vías urinarias y causando un gran dolor. En cuanto al tratamiento, se suelen administrar analgésicos, pero si ha provocado un bloqueo, es necesario recurrir a la cirugía.